En mi casa somos de esos que tenemos la nevera llena de salsas y cremas para untar y cuando digo llena no me refiero a 4 o 5 salsas sino a una buena cantidad de ellos (más de 10), de diferentes tipos, tamaños, sabores, consistencias y utilidades. Nos gustan las salsas y los dip más que a un tonto un lápiz , qué queréis que os diga, y con el hummus no íbamos a ser menos.
Es verdad, hablando de hummus; que hay alguno en el mercado que tiene muy buena fama y que no está nada mal, pero no suelen salirse del hummus tradicional y a mi me gusta innovar. Además, que todo lo homemade sabe siempre mejor, no me lo negaréis.
El caso es que el otro día me apetecía hummus y preparé éste que es un híbrido con la salsa tzatziki griega, esa de pepino y yogur. Mi versión lleva poco pepino porque no soy yo muy amiga suya (todo tengo que reconocerlo, no me va a gustar todo) y yogur de soja natural (y sin edulcorantes o cogerá un dulzor que no quremos para la receta) para hacer una estupenda adaptación perfecta para veganos o incluso con yogur vegano hecho por vosotros mismo (yo de momento no tengo tiempo para tanto).
El yogur es sustituible por leche de avena, soja, arroz, etc. pero tendréis que compensar con garbanzos para conseguir el espesor deseado. Para decorar podéis usar queso vegano de soja, tofu o, saliendo de la versión vegana, queso fresco o de cabra, unos daditos de pepino y eneldo (seco o fresco, aunque siempre queda más bueno si es fresco)
Para untarlo os vale cualquier galletita salada, pan tostado o biscote. ¡Y si lo probáis en sandwich no os quiero contar como queda!
Por cierto, yo usé garbanzos ya cocidos, de los de bote, pero los podéis cocer y aprovechar el agua de la cocción para usarla en la receta: ¡aquí todo se aprovecha!