Para los que os gusten los platos de cuchara tanto que no podéis ni dejarlos en verano, os traigo esta receta que se puede tomar templada tirando a fresquita y es una opción genial para tomar como entrante y no acabar de gazpachos hasta las cejas.
A mí me encanta añadirle jengibre y cúrcuma pero es que, realmente, se lo añadiría a casi cualquier cosa porque son dos especias que no solo me encantan sino que además me ayudan mucho en mi problema de estómago. Si no os gustan, podéis añadir sencillamente sal y pimienta negra al gusto o incluso algunos pistachos a la hora de triturar.
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Tiempo de preparación:
10m
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Tiempo de cocción:
20m
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Tiempo total:
30m
Ingredientes
- 5 zanahorias pequeñas
- Caldo de zanahoria o caldo de verduras
- Zumo de 1/2 naranja
- Sal
- Jengibre
- Cúrcuma
- Pistachos picados
Instrucciones
- Comienza pelando las zanahorias. Después, pon una olla con agua a calentar y cuando ésta rompa a hervir, mete dentro las zanahorias. Cuécelas hasta que estén tiernas; el tiempo de cocción variará en función del tamaño de las zanahorias.
- Una vez cocidas, ponlas en un vaso de batidora y añade caldo hasta que las cubras. Echa el zumo de 1/2 naranjas así como cúrcuma, jengibre y sal al gusto. Bate bien hasta que no queden grumos.
- Sirve templada decorando con pistachos picados y piel de naranja.
